24 de diciembre de 2007

La Absolución de los Templarios


En los últimos días se difundió una importante noticia en torno a la inminente publicación del denominado “Proceso contra los Templarios”, hasta ahora guardado en los Archivos Secretos del Vaticano. Dada la cercanía de la cuestión templaria con la temática masónica hemos creído conveniente difundir la noticia tal como ha sido reflejada por la BBC e incluir un comentario acerca del denominado “Pergamino de Chinón” fechado en 1308 y que contiene la absolución impartida por el papa Clemente V al último Gran Maestre de la Orden Jacques de Molay.

Las actas del proceso que condenaron a los templarios no desaparecieron, estuvieron extraviados por más de tres siglos. El Vaticano ahora las volverá públicas en la obra Processus contra Templarios, una edición rigurosamente limitada a 799 ejemplares.

Por Sergio Mora (BBC MUNDO.COM)
La publicación se realizará el 25 de octubre en la "Sala vieja del sínodo". La obra se basa en el pergamino de Chinon y contiene los actos del juicio inquisitorio que destruyó la orden de caballería de los monjes guerreros, fundada en el año 1118.
El pergamino, que se creía perdido, lo encontró en 2001 Barbara Frale, una joven investigadora italiana que revisaba uno de los miles de estantes de la Biblioteca y Archivos secretos del Vaticano.
La noticia de la publicación de "Processus contra Templarios" ha despertado gran interés en Italia, especialmente después de la historia novelada de "El Código da Vinci", de Dan Brown.
El Archivo secreto del Vaticano definió la edición -que reproduce fielmente los originales conservados- como una obra "monumental", y la iniciativa forma parte de la colección "Exemplaria Praetiosa", que realiza publicaciones con reproducciones exactas y todo lujo de detalles, desde el uso del pergamino a los sellos dorados.
Acusaciones
La historia registra que el gran maestro de los templarios, Jacques de Molay, un 18 de marzo de 1314, subiendo a la hoguera en la Isla de Francia, en París, maldijo por lo que se hizo para cerrar la Orden al rey francés Felipe el Hermoso y al papa Clemente V.
El Papa murió un mes después de disentería; el Rey francés, el 29 de noviembre de ese año, por una caída del caballo.
Y según diversas leyendas, Molay habría maldecido a la casa real francesa "hasta la treceava generación", justamente la de Luis XVI, muerto en la guillotina durante la Revolución Francesa.
Entre las acusaciones que se lanzaron contra la orden del Temple estaban la de contar con ritos iniciáticos que anteponían la Orden a la iglesia Romana, de practicar la sodomía, de haber cedido ante el Islam y la herejía de los Cátaros, de haberse erigido en custodios del Grial (cáliz de la última cena) y de querer para Europa un reino teocrático, con poder espiritual y temporal en un mismo monarca.
Sobre los templarios se ha escrito mucho y existen diversas crónicas.
Y si bien los actos judiciales que se difundirán el 25 de octubre podrán traer a la luz, después de siete siglos, aspectos desconocidos de la enigmática historia, el anuncio de la publicación ya hizo noticia, atrayendo la curiosidad de historiadores, místicos, ocultistas, esotéricos, curiosos y de los interesados en adquirir uno de los exclusivos 799 libros del Vaticano.
Más información en:

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7029000/7029524.stm

PERGAMINO DE CHINON - ABSOLUCIÓN DEL PAPA CLEMENTE V
PARA LOS JEFES DE LA ORDEN TEMPLARIA

Chinon, diócesis de Tours, 17-20 de agosto de 1308
Formato original de un único pergamino de grandes dimensiones (700 x 580 mm.), originariamente con sellos pendientes de los tres legados apostólicos que formaban la Comisión especial apostólica ad inquirendum nombrada por Clemente V: Bérenguer Frédol, cardenal sacerdote del título de los santos Nereo y Achilleo y sobrino del papa, Étienne de Suisy, cardenal sacerdote de San Ciriaco in Therminis, y Landolfo Brancacci, cardenal diácono de San Angelo. Su estado de conservación es discreto, aunque tiene vistosas manchas violáceas debidas al ataque de las bacterias. El original estaba acompañado por una copia auténtica que todavía se conserva en el Archivo Secreto Vaticano con la signatura Archivum Arcis, Armarium D 218. ASV, Archivum Arcis, Arm. D 217
EL documento contiene la absolución impartida por Clemente V al último Gran Maestro del Templo, el fraile Jacques de Molay, y a los demás jefes de la Orden después de que estos últimos hicieran acto de penitencia y solicitaran el perdón de la Iglesia; tras la abjuración formal, obligatoria para todos aquellos sobre los que recayera la sospecha de herejía, los miembros del Estado Mayor templario son reintegrados en la comunión católica y readmitidos para recibir los sacramentos. Perteneciente a la primera fase del juicio contra los Templarios, cuando Clemente V todavía estaba convencido de poder garantizar la supervivencia de la orden religiosa y militar, el documento responde a la necesidad apostólica de eliminar de entre los frailes guerreros la infamia de la excomunión en la que se habían enredado solos al admitir que habían renegado de Jesucristo bajo las torturas del inquisidor francés.
Como confirman distintas fuentes de la época, el papa comprobó que entre los templarios se habían insinuado graves formas de malas costumbres y planificó una reforma radical de la orden para después fundirla en una única institución con otra gran orden religiosa-militar, la de los Hospitalarios. El acto de Chinon, que no disuelve a los templarios sino que los absuelve, era la base necesaria para la reforma, pero se quedó en papel mojado. La monarquía francesa reaccionó desencadenando un auténtico mecanismo de chantaje que obligaría posteriormente a Clemente V al ambiguo compromiso aprobado en 1312 durante el Concilio de Vienne: al no poder oponerse a la voluntad del rey de Francia Felipe el Hermoso que imponía la eliminación de los templarios, el papa eliminó la orden de la realidad de la época sin condenarla ni abolirla, sino más bien aislándola en una especie de “hibernación” gracias a un hábil artificio del derecho canónico. Tras haber declarado expresamente que el proceso no había probado la acusación de herejía, Clemente V suspendería la orden de los Templarios mediante una sentencia no definitiva dictada por la necesidad superior de evitar un gran peligro para la Iglesia, con la prohibición bajo pena de excomunión de continuar usando el nombre y los signos distintivos.

http://asv.vatican.va/cercaes/index.php
http://eduardocallaey.blogspot.com/2006/05/el-otro-imperio-cristiano-de-la-orden.html

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